Essaouira
Trips to Morocco es una empresa familiar que ofrece a sus clientes la oportunidad de conocer nuestra casa: Marruecos. Somos bereberes que han vivido en el sur de Marruecos durante muchas generaciones. Los bereberes eran originalmente nómadas y son conocidos en toda la región por su hospitalidad y su artesanía.
Hicimos un viaje personalizado de 11 días con Viajes a Marruecos y fue una experiencia fantástica. Mohammed trabajó con nosotros para personalizar el itinerario según nuestros intereses, la comunicación fue estupenda y todos los alojamientos se reservaron con antelación, por lo que no tuvimos que preocuparnos. Nuestros increíbles guías fueron Djawt y Aziz, que hicieron todo lo posible para asegurarse de que lo pasáramos lo mejor posible. Nos encantó cada minuto de este viaje, siempre nos sentimos seguros y acogidos y disfrutamos y apreciamos la hospitalidad marroquí. Todas las mañanas, al subir al coche, nos sentíamos excitados, con la anticipación de la aventura y las hermosas vistas. Nuestros guías estaban muy bien informados, aprendimos mucho sobre el país, su historia y geografía y la herencia bereber. Fue nuestro primer viaje a Marruecos, pero definitivamente volveremos.
Tour de 3 días por marruecos desde sevilla
La experiencia de la excursión por el desierto del Sáhara en Marruecos debería estar en la lista de deseos de todos los que viajan a este exótico país. Aunque sea escéptico sobre las actividades turísticas populares, las interminables dunas del Sáhara le dejarán recuerdos inolvidables.
Hay tantos operadores turísticos del desierto del Sáhara en Marruecos, ¿cómo elegir el adecuado? Sobre todo cuando casi todos ofrecen un programa muy similar, sólo varían los precios. Me llevó mucho tiempo encontrar el mejor operador turístico de tres días. Probé la excursión yo mismo, envié a mis amigos y a muchos viajeros. Todos quedaron contentos.
Lo que me gusta del viaje compartido de tres días por el desierto es que conoces a otros viajeros, compartes tu experiencia, te ríes, haces nuevos amigos. El tamaño del grupo puede variar desde uno pequeño hasta uno más grande. Este viaje por el desierto no es sólo sobre el desierto; se ven muchos otros lugares en el camino. El impresionante paisaje de las montañas del Alto Atlas, Ouarzazate, la Kasbah de Ait Ben Haddou, el Valle de las Rosas, el Valle del Dades, el oasis de Tighir, las gargantas de Todgha y, por supuesto, el impresionante desierto del Sahara en Merzouga. Una gran oferta por sólo 105 euros, en la que se incluyen dos noches de alojamiento, cenas y desayunos, y paseos en camello.
Tánger
Una semana es una buena cantidad de tiempo para explorar el desierto y las ciudades imperiales de Marruecos a un ritmo moderado. En dos semanas, puede añadir el senderismo en el Atlas y la relajación en la costa atlántica. Con menos de 5 días, lo mejor es concentrar el tiempo: ver Casablanca, Chefchaouen y Fez en el norte, o limitarse a Marrakech y el Sáhara en el sur.
¿Tiene tres días en Marruecos? Gracias al tamaño relativamente pequeño del país, no tiene que quedarse en un solo lugar, ni elegir entre la ciudad y el aire libre, a menos que lo desee. Si tiene ganas de visitar más de un lugar, puede hacerlo: podría ver un par de ciudades imperiales, o Marrakech y el desierto, o Fez y las cercanas ruinas romanas de Volubilis.
Si se añaden algunos días más, se pueden recorrer las ciudades del norte, incluida la “Ciudad Azul” de Chefchaouen, que es una postal, o se puede pasar una noche acampando en el Sáhara. Con diez o catorce días, podrá visitar muchos de los principales lugares de interés de Marruecos, o elegir uno o dos que le gusten y quedarse más tiempo para saborear los placeres de las montañas tranquilas, las dunas de arena más grandes y las encantadoras medinas medievales.
Casablanca
La realidad moderna, sin embargo, es que esta ciudad de la costa atlántica es la capital comercial de Marruecos, una metrópolis de gran energía y frescura. Pero si carece del misterio de Marrakech y la fascinación de Fez, a la “Ciudad Blanca” no le faltan joyas arquitectónicas.
De 1912 a 1956, Marruecos estuvo bajo dominio francés y Casablanca fue elegida como base del puerto estratégico del protectorado. La ciudad creció rápidamente y el urbanista francés Henri Prost recibió el encargo de convertirla en una ciudad digna de su posición.
Prost buscó la ayuda de los mejores arquitectos de Europa, y mientras caminaba por el bulevar Mohamed V -apodado los Campos Elíseos marroquíes- me maravillé ante los edificios neoclásicos que se codeaban con las ornamentadas fachadas neo-moriscas, las simétricas estructuras art déco y las elegantes torres modernistas, todas ellas de un blanco cegador contra el cielo azul cobalto.
“Lo que se ha conseguido aquí no podría haber sucedido en ningún otro lugar”, explicó Rachid Andaloussi, cofundador de la organización sin ánimo de lucro Casamémoire, un grupo de arquitectos locales con la misión de salvaguardar la arquitectura del siglo XX de la ciudad y conseguir que Casablanca figure en la lista de la UNESCO.