Pringle stokes

El Viaje del Beagle es el título más comúnmente dado al libro escrito por Charles Darwin y publicado en 1839 como su Diario y Observaciones, lo que le proporcionó considerable fama y respeto. Se trata del tercer volumen de The Narrative of the Voyages of H.M. Ships Adventure and Beagle, cuyos otros volúmenes fueron escritos o editados por los comandantes de los barcos. Journal and Remarks cubre la parte de Darwin en la segunda expedición de reconocimiento del buque HMS Beagle. Debido a la popularidad del relato de Darwin, el editor lo reeditó más tarde, en 1839, como Diario de investigaciones de Darwin, y la segunda edición revisada, publicada en 1845, utilizó este título. Una reedición del libro en 1905 introdujo el título El viaje del “Beagle”, por el que es más conocido en la actualidad[2].

El Beagle zarpó de Plymouth Sound el 27 de diciembre de 1831 bajo el mando del capitán Robert FitzRoy. Aunque la expedición estaba originalmente planeada para durar dos años, duró casi cinco: el Beagle no regresó hasta el 2 de octubre de 1836. Darwin pasó la mayor parte de este tiempo explorando en tierra (tres años y tres meses en tierra; 18 meses en el mar). El libro es una vívida memoria de viaje, así como un detallado diario científico de campo que abarca la biología, la geología y la antropología y que demuestra el agudo poder de observación de Darwin, escrito en una época en la que los europeos occidentales exploraban y cartografiaban el mundo entero. Aunque Darwin volvió a visitar algunas zonas durante la expedición, en aras de la claridad los capítulos del libro están ordenados por referencia a lugares y localizaciones y no por fecha.

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La expedición de Darwin a las islas Galápagos

Plymouth, en la costa suroeste de Inglaterra. Tras más de un mes sin poder salir del puerto por el mal tiempo, un velero de 240 toneladas fletado por el Almirantazgo británico pudo por fin abandonar el puerto. El barco se llamaba HMS Beagle, y a bordo había 76 tripulantes y pasajeros, uno de los cuales iba a cambiar radicalmente nuestra visión del mundo viviente.

Pero por el momento, Charles Darwin no era más que un joven entusiasta y completamente inexperto de 22 años. Era el naturalista de la expedición, y su trabajo consistía en recoger muestras a lo largo del viaje. Robert FitzRoy, capitán de la Royal Navy y cuatro años mayor que él, era el encargado de esta vuelta al mundo. El objetivo principal de la expedición no era estudiar plantas, animales y fósiles. Se trataba de realizar estudios cartográficos y lecturas cronométricas ya iniciados durante el primer viaje del Beagle, de 1826 a 1830. También había tres pasajeros muy inusuales a bordo. Eran “salvajes” de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Sudamérica, que habían sido secuestrados en la expedición anterior. Después de haber recibido un poco de educación inglesa, iban a ser enviados de vuelta a casa.

Hms beagle

Ninguna teoría científica ha hecho correr tanta tinta como la teoría de la evolución. Desde que Charles Robert Darwin publicara en 1859 su famoso libro El origen de las especies, la controversia en torno al alcance y los límites de esta teoría ha sido objeto de acaloradas discusiones. Dentro de la ciencia, prácticamente nadie duda de la realidad del hecho evolutivo, lo que se discute es cómo se produce la evolución, cuáles son sus causas, cómo se ha desarrollado, si ha sido lenta y gradual o mediante saltos bruscos que se han producido en momentos puntuales. Pero las discusiones más agrias se han producido más allá de la ciencia. No cabe duda de que uno de los debates más intensos entre la ciencia y la religión en la actualidad es el de la compatibilidad entre la teoría científica de la evolución y la doctrina religiosa de la creación. 150 años después de la publicación de la obra de Darwin, los debates siguen tan abiertos como entonces, quizá incluso con más vigor y con una vitalidad renovada. Detrás de la obra está el autor. Pero… ¿quién era realmente Charles Darwin? ¿Quién era realmente Charles Darwin? Su teoría científica se utilizó pronto como arma contra la religión. ¿Cuál era su intención: sólo pretendía establecer una teoría científica alternativa al fijismo imperante, o también pensaba aportar pruebas científicas a favor del ateísmo?

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Ley Darwin

El segundo viaje del HMS Beagle, del 27 de diciembre de 1831 al 2 de octubre de 1836, fue la segunda expedición de reconocimiento del HMS Beagle, bajo el mando del capitán Robert FitzRoy, que había asumido el mando del barco en su primer viaje después de que su anterior capitán se suicidara. FitzRoy, temiendo correr la misma suerte, buscó un compañero de viaje. El estudiante clérigo Charles Darwin aprovechó la oportunidad, haciéndose un nombre como naturalista y convirtiéndose en un autor de renombre con la publicación de su diario que se conoció como El viaje del Beagle.

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El Beagle navegó por el océano Atlántico y luego realizó detallados estudios hidrográficos alrededor de las costas del sur de Sudamérica, regresando por Tahití y Australia tras haber circunnavegado la Tierra. Aunque la expedición estaba prevista inicialmente para dos años, duró casi cinco.

Darwin pasó la mayor parte de este tiempo explorando en tierra; tres años y tres meses en tierra, 18 meses en el mar. Su trabajo le dio reputación como geólogo y coleccionista de fósiles, y sus detalladas observaciones de plantas y animales proporcionaron la base de las ideas que más tarde desarrolló en su teoría de la evolución por selección natural.

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