La máquina de Leonardo da vinci
Aunque Leonardo da Vinci es conocido sobre todo por sus habilidades artísticas, existen menos de dos docenas de cuadros atribuidos a él. Sus intereses eran amplios y creía que el estudio de la ciencia le hacía mejor artista, por lo que tenía amplios conocimientos en botánica, geología, zoología, hidráulica, aeronáutica y física.
A Da Vinci le fascinaba el mundo que le rodeaba, pero gran parte de su creatividad se inspiró en su entorno inmediato. Durante el siglo XVI, mientras vivía en Venecia, Da Vinci esbozaba diferentes inventos para utilizarlos en las aguas que rodeaban la bella ciudad. No fue hasta la publicación de su famoso Codex Atlanticus cuando sus inventos se dieron a conocer. Uno de estos inventos fue el equipo de buceo que diseñó para ayudar a sabotear los barcos utilizados por los turcos para invadir Venecia.
Su equipo de buceo consistía en una escafandra de cuero con gafas de cristal y una máscara en forma de bolsa que se colocaba sobre la cabeza del buceador. La máscara tenía dos tubos de caña flexibles unidos por la nariz que conducían a una campana de buceo que permitía que la abertura de los tubos se mantuviera constantemente por encima del agua, proporcionando un suministro interminable de aire al buceador de abajo.
Boceto de la escafandra de Leonardo da vinci
Lo que hizo de Leonardo da Vinci un gran artista fue también lo que le hizo un gran inventor: su fascinación por el mundo que le rodeaba. Este fue el caso del agua. Mientras trabajaba en Venecia, la “ciudad del agua”, en el año 1500, da Vinci diseñó su traje de buzo para atacar a los barcos enemigos desde el agua. La escafandra de cuero estaba equipada con una máscara en forma de bolsa que se colocaba sobre la cabeza del buceador. En la zona de la nariz de la máscara había dos tubos de caña que conducían a una campana de buceo de corcho que flotaba en la superficie. La máscara también estaba equipada con un globo accionado por una válvula que podía inflarse o desinflarse, para que el buceador pudiera salir a la superficie o hundirse más fácilmente. Además, el invento de Leonardo da Vinci incorporaba una bolsa para que el buceador pudiera orinar en ella. La idea de Da Vinci sobre el equipo de buceo (como muchas de sus ideas sobre inventos) no se dio a conocer hasta que se publicó después de su muerte su famoso Codex Atlanticus, un conjunto de doce volúmenes con sus dibujos y notas.
Los inventos de Leonardo da vinci
Aunque el mundo en constante evolución seguía fascinando al impresionable Leonardo Da Vinci, gran parte de su creatividad fue fomentada por su entorno inmediato. Mientras vivía en Venecia, la ciudad italiana construida sobre un lecho de agua, se inspiró para esbozar numerosas creaciones para el uso del agua. Quizá la más destacada de todas sus innovaciones acuáticas fueron sus diseños de equipos de buceo.
La ciudad de Venecia, literalmente inmersa en el mar, estaba bajo la amenaza de invasión de los turcos a finales del siglo XIV cuando Da Vinci residía allí. Leonardo ideó un plan muy elaborado para frustrar los ataques de los barcos enemigos. Recomendó enviar soldados, ataviados con trajes de buzo especiales, equipados con aparatos de respiración, para abrir agujeros en los cascos de los barcos enemigos. Antes de la propuesta de Da Vinci, a nadie se le habría ocurrido la increíble idea del equipo de buceo.
La armada veneciana no quedó muy impresionada con la presentación de su radical invento, que consideraba una auténtica barbaridad. No obstante, el equipo de buceo futurista podría haberse fabricado como arma de guerra, pero las fuerzas armadas venecianas ahuyentaron al enemigo antes de que se pudiera llevar a cabo la invasión submarina.
Gran cometa
Los que ojean los dibujos y apuntes de Leonardo da Vinci en los rincones de los archivos de las bibliotecas, o escuchan hablar de su vida en las aulas de historia, conocerán su deseo de llenar el cielo -su ornitóptero en forma de pájaro, o “tornillo aéreo”, que más tarde se convertiría en el diseño del helicóptero moderno-, pero pocos conocían su fascinación por el mundo bajo las olas. Un ejército submarino, ataviado con trajes de buceo de cuero y dispuesto a marchar por el lecho marino veneciano para frustrar cualquier invasión por mar, fue un diseño de Da Vinci que no se hizo y que podría haber inspirado la invención del primer equipo de buceo, 300 años después de su muerte.
Los dibujos de Da Vinci, erizados por la edad y ambiguos a propósito (muchos creen que sus anotaciones se dejaron incoherentes para confundir a quienes quisieran “malbaratar” siniestramente sus diseños), representan a un buzo ataviado con un aparente traje nuclear postapocalíptico. Es el traje de las pesadillas.
Con una tela de cuero, una máscara protectora y unas gafas, el traje estaba unido a un largo tubo de bambú que llegaba hasta la superficie del agua. Los diseños e inventos de Da Vinci se hicieron famosos por adelantarse a su tiempo, y su aparato de respiración era un ejemplo de ello. Uniendo los tubos de bambú con tela de piel de oveja para darles la flexibilidad necesaria para doblarse, da Vinci tuvo en cuenta el efecto de la presión del agua sobre los “conectores” de piel de oveja colocando grandes muelles dentro de los tubos de tela para mantenerlos abiertos. Esto permitió que todo el tubo se doblara y no se colapsara bajo presión.