Milán sin gluten
Cuando me diagnosticaron por primera vez la enfermedad celíaca, fui a cenar a casa de mi mejor amiga en Montreal. Ella es italiana, y su encantadora familia estaba acostumbrada a darme de comer pasta sin problemas. Cuando les expliqué mi enfermedad a sus padres, su padre parecía horrorizado. Solemne y lentamente dijo: “Jodi, este es un destino peor que la muerte”.
Aunque muchos celíacos se sienten igual al conocer su diagnóstico, la realidad es que el mundo es un lugar más seguro para nuestros estómagos de lo que nunca ha sido. Y hay un montón de granos maravillosos, naturalmente libres de gluten, para experimentar y disfrutar.
Sin embargo, dada su reacción, me preocupaba mi viaje a Italia. No sabía si habría comida para mí o si tendría que llevar mis propios tentempiés. Me sorprendió descubrir que mis temores estaban muy equivocados.
A mi regreso de Italia, me puse a hablar de lo mucho que podía comer. La primera reacción de todas las personas fue precisamente la misma: “¡oh, Italia debe ser complaciente con sus turistas!”. No es el caso. Era obvio que los cambios en la dieta no tenían su origen en el turismo. Incluso los pueblos más pequeños tenían conocimiento de la enfermedad, y habían estado lo suficientemente expuestos a ella como para hacer ajustes en lo que ofrecían.
Viajar sin gluten
Sé lo que estás pensando, porque lo he escuchado de innumerables personas -tanto en línea como en la vida real- cuando he mencionado Roma (o Italia en general) y la enfermedad celíaca en la misma frase. Suele venir después de mencionar que quiero volver a Italia, lo que ocurre con regularidad. “Oh, seguro que Roma es difícil para los que no tienen gluten”. O tal vez es “oh, bueno, supongo que no podrás volver allí”.
El país de la pizza, la pasta y la repostería tiene MUCHO gluten. ¿Pero sabes qué más tienen? Celíacos. Y esa es parte de la razón por la que comer sin gluten en Italia es en realidad mucho más fácil que en la mayoría de los otros lugares del planeta.
Mi primera experiencia de viaje internacional después de mi diagnóstico incluyó un viaje a Roma. Ese viaje me llevó a enamorarme de viajar sin gluten porque me demostró que la enfermedad celíaca no significa que no se pueda viajar o comer bien mientras se viaja. E Italia, la tierra de la pasta y la pizza, desempeñó un papel muy importante a la hora de enseñarme que ser diagnosticado con la enfermedad celíaca no es una sentencia de muerte para tus sueños de viajar.
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Comida: 1000 Gourmet VeneziaNuestra primera comida en Venecia fue una pizza de 1000 Gourmet. Ya había leído muy buenas críticas de otras personas con celiaquía así que me sentí bastante bien. Además, su página web dice que preparan sus pizzas sin gluten en un área separada y las cocinan en un horno específico. Qué bueno es eso. Pedimos la diavola y una pizza de prosciutto con pistachos. Ambas tenían una corteza gruesa pero un centro más delgado, lo que nos pareció muy común en Italia (entiendo por qué la gente usa tenedores y cuchillos para comer las pizzas ahora). La comida era buena y segura y la masa era bastante sabrosa. Definitivamente vale la pena una visita si estás en la ciudad.
Cena: Trattoria Al GazzettinoEste fue uno de los primeros lugares que visitamos en Venecia para comer. Están muy bien informados sobre la enfermedad celíaca y la prevención de la contaminación cruzada. El restaurante tenía un montón de pastas diferentes sin gluten y un tiramisú increíble. Está en una zona muy animada de Venecia, por lo que es un lugar divertido para cenar, pero asegúrate de reservar porque este lugar se llena.
Cómo se dice sin gluten en italiano
Italia es famosa entre muchos viajeros por su comida. Atravesar Italia comiendo es una estrategia de viaje perfectamente aceptada por mucha más gente que un servidor. Sin embargo, si eres un viajero con alguna restricción dietética, comer en Italia puede parecer una tarea desalentadora.
Tanto si sus necesidades dietéticas se basan en alergias, creencias religiosas o cualquier otra cosa, saber lo que hay en el plato que tiene delante es realmente importante. Aquí tienes algunos consejos y un montón de recursos (es la última sección, así que sigue leyendo) para ayudarte a ser un comensal bien informado.
A los italianos les encanta la comida. En particular, les encanta su comida. Piensan que tienen la mejor cocina del mundo, y quieren que te encante lo que comes cuando estás en su país. Esto significa, en el fondo, que la mayoría de los cocineros italianos harán todo lo posible para asegurarse de que estés contento con tu comida, incluso preparando algo especial que no contenga nada que no puedas comer. Llegar a ese punto, sin embargo, puede ser difícil con la barrera del idioma.