La mejor época para visitar Escocia y evitar las multitudes
Pero no todo son páramos desiertos y bosques cubiertos de musgo (¡aunque también los hay en abundancia!), la rica historia y cultura de Escocia son también un gran atractivo. Desde la exploración de la ciudad medieval de Edimburgo hasta la animada diversión de un pub tradicional en el que se puede disfrutar de un pequeño whisky, hay muchas oportunidades de experimentar la hospitalidad de los escoceses locales más allá de los clichés de los kilts y las gaitas. Descubrir zonas como las encantadoras Tierras Altas escocesas, el moderno centro de Glasgow y los parajes salvajes de la isla de Skye, todo ello con los conocimientos internos de un líder local, es una experiencia totalmente única.
Realice un crucero opcional por las famosas aguas del Lago Ness en Inverness. Busque el mítico monstruo del lago Ness, o “Nessie”, como se le conoce a veces, o simplemente tómese el tiempo para admirar las pintorescas orillas y el valle que rodea el lago.
Disfrute de un “pequeño trago” en la destilería de Blair Athol, donde conocerá el proceso del whisky y cómo la fuente de agua de Blair Athol -el Allt Dour- pasa por las laderas del Ben Vrackie y contribuye a la calidad melosa y al suave acabado de sus maltas.
El tiempo en Escocia ahora
Aunque Escocia es siempre bella, su tiempo es siempre imprevisible. Puede experimentar las cuatro estaciones en un solo día, así que, independientemente de cuándo la visite, asegúrese de hacer la maleta para cada tipo de tiempo. Las capas (y la ropa de lluvia) serán sus mejores amigos durante unas vacaciones en Escocia.
En general, la mejor época del año para viajar a Escocia es durante la primavera o el otoño, cuando podrá salir al exterior (llevando ropa impermeable), evadir los molestos insectos y evitar las multitudes que llegan durante el verano.
No importa cuándo visite Escocia, prepárese para mojarse. Aquí llueve mucho. La parte positiva de toda esta humedad se encuentra en las exuberantes y vibrantes colinas, en el verde brillante de la hierba y en las hermosas flores de primavera.
Si desea disfrutar de temperaturas más agradables y de un pequeño respiro entre tanta precipitación, la mejor época del año para visitar Escocia es la primavera (de finales de marzo a junio) o el otoño (de septiembre a noviembre).
Visitarla en esta época le garantiza que no temblará tanto como en los fríos meses de diciembre y enero. También le ayudará a evitar la ajetreada (y mucho más cara) temporada alta (también conocida como junio, julio y agosto), con sus autobuses turísticos abarrotando los pequeños pueblos más encantadores y las posadas llenas hasta los topes.
La mejor época para visitar Escocia y evitar los mosquitos
Las temperaturas son más cálidas en primavera, con medias de 43°F a 59°F, aunque todavía habrá nieve en las montañas de las Highlands y los Cairngorms. Los meses de verano (de junio a agosto) son los más cálidos del año, con amplias horas de luz en julio y agosto cuanto más al norte se vaya.
Las multitudes comienzan a dispersarse a partir de finales de octubre. De principios a mediados de noviembre puede ser una época maravillosa para ver el glorioso follaje otoñal de Escocia. Sin embargo, muchos lugares cierran durante el invierno a partir de mediados de octubre. Las condiciones de nieve entre diciembre y febrero pueden dificultar los viajes, aunque se verá recompensado con espectaculares escenas invernales y rugientes chimeneas.
El mes de enero es muy frío en Escocia, especialmente en el este del país, donde las temperaturas medias rondan los cero grados durante el día. Edimburgo se ve acosada por los vientos helados de la costa, y gran parte del país está bajo la nieve, especialmente las zonas montañosas. Hogmanay es la fiesta escocesa de Año Nuevo, que suele estar marcada por la música en directo, los bailarines de fuego y los fuegos artificiales. La Noche de Burns, una celebración del poeta nacional Robert Burns, tiene lugar el 25 del mes y suele celebrarse con lecturas de poesía acompañadas de whisky y haggis.
El tiempo en Escocia en mayo de 2022
Robert Louise Stevenson dijo: “No hay tierras extranjeras. Sólo el viajero es extranjero”. Irónicamente, creo que el poeta escocés olvidó mencionar que en Escocia ningún visitante es extranjero. Escocia es un lugar en el que las palabras se quedan cortas para describir una belleza tan desbordante, pero familiar, y una gente indómita, pero acogedora.
Poder escribir sobre el país al que he llamado hogar desde que tenía 18 años es un verdadero placer. Desde conseguir ese clásico beso bajo los fuegos artificiales de Edimburgo en Hogmanay (Año Nuevo) hasta los fines de semana de pesca en las Hébridas Exteriores con amigos, pasando por el sendero costero de Fife con mi hermano o por hablar con un nativo gaélico durante horas en el tren de “Harry Potter” a través de las Tierras Altas, este país ha proporcionado un sinfín de experiencias inestimables que durarán toda la vida.
Si está planeando viajar a Escocia, tenga en cuenta que el país se ríe silenciosamente de usted cuando espera que todo vaya según lo previsto. En última instancia, ya sea por el tiempo, la mala recepción de los móviles, los cierres de los puentes o simplemente por esos momentos que te dejan sin aliento, como una puesta de sol escocesa, este país exige no sólo tu paciencia, sino también que permanezcas en el momento. Aunque no se pueden planificar todas las situaciones inesperadas, al menos se puede preparar el equipaje para ellas.