Latigazos cervicales
El latigazo cervical es una lesión de los músculos, tendones u otros tejidos blandos del cuello. Está causado por un movimiento repentino y enérgico de la cabeza en una dirección y luego de vuelta rápidamente, más comúnmente durante un accidente de coche.
Cuando el cuello se ve forzado más allá de su rango de movimiento habitual, los tejidos blandos (tendones, músculos y ligamentos) pueden estirarse en exceso o sufrir un esguince. Esto provoca dolor y molestias en el cuello y los hombros y también puede causar dolor de espalda.
El dolor de una lesión por latigazo cervical suele comenzar entre 6 y 12 horas después de la lesión. Es posible que sólo se sienta incómodo el día de la lesión o el accidente y que el dolor, la hinchazón y los hematomas aumenten en los días siguientes.
Es probable que sus síntomas mejoren mucho o desaparezcan en unos pocos días o semanas. Es posible que los síntomas tarden más en desaparecer por completo y que incluso experimente algo de dolor y rigidez en el cuello durante meses después de una lesión por latigazo cervical.
También puede sufrir una lesión de latigazo cervical por un golpe repentino en la cabeza durante la práctica de deportes de contacto, como el rugby o el boxeo. Otros ejemplos de causas de latigazo cervical son los golpes en la cabeza con un objeto pesado, los resbalones, las caídas, las sacudidas o las sacudidas de la cabeza.
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El latigazo cervical se define como una extensión (movimiento hacia atrás del cuello) y flexión (movimiento hacia delante del cuello) repentinas de la columna cervical. Este tipo de traumatismo también se denomina lesión cervical por aceleración-desaceleración (CAD). Las colisiones traseras o laterales de vehículos de motor son la principal causa de latigazo cervical con lesiones en los músculos, ligamentos, tendones, articulaciones y discos de la columna cervical.
La columna cervical está formada por las siete primeras vértebras denominadas C1 a C7. La columna cervical comienza donde la vértebra superior (C1) se conecta con el borde inferior del cráneo. La columna cervical se curva ligeramente hacia dentro y termina donde la C7 se une a la parte superior de la columna torácica. Aquí comienza el tórax.
Un anillo óseo se une a la parte posterior del cuerpo vertebral. Cuando las vértebras se apilan unas sobre otras, los anillos forman un tubo hueco. Este tubo óseo rodea la médula espinal a su paso por la columna vertebral. Al igual que el cráneo protege el cerebro, los huesos de la columna vertebral protegen la médula espinal.
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El término “latigazo cervical” se utilizó por primera vez en 1928 para definir un mecanismo de lesión de hiperextensión repentina seguida de una hiperflexión inmediata del cuello que provoca daños en los músculos, ligamentos y tendones, especialmente los que sostienen la cabeza. En la actualidad, sabemos que las lesiones por latigazo cervical no suelen ser consecuencia de una hiperextensión o hiperflexión (extensión y flexión más allá de los límites fisiológicos normales), sino de una extensión y flexión extremadamente rápidas que provocan lesiones.
Debido a su complicada naturaleza y a su profundo impacto en la vida de las personas, pocos temas de la atención sanitaria generan tanta controversia como las lesiones por latigazo cervical. A diferencia de una fractura ósea, en la que una simple radiografía puede validar la presencia de la fractura y las normas de atención pueden orientar a un profesional de la salud sobre la mejor manera de tratar la lesión, las lesiones por latigazo cervical implican una combinación impredecible de trastornos del sistema nervioso, de las articulaciones de los músculos y del tejido conjuntivo que no es sencilla de diagnosticar y puede ser aún más difícil de tratar. Para ayudarle a entender la naturaleza de las lesiones por latigazo cervical y cómo deben tratarse, es necesario dedicar un poco de tiempo a discutir la mecánica de cómo se producen las lesiones por latigazo cervical.
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La lesión por latigazo cervical afecta a más de un millón de personas en los Estados Unidos cada año y es la lesión más común resultante de los accidentes de coche. Los síntomas de las lesiones por latigazo cervical suelen ser problemas crónicos que persisten durante años. Los dolores de cabeza, el dolor de cuello, el dolor lumbar y la ansiedad por los viajes son sólo algunos de estos síntomas. Entre el 25 y el 40 por ciento de las víctimas de lesiones por latigazo cervical nunca se recuperan del todo. Los reposacabezas diseñados adecuadamente pueden prevenir las lesiones por latigazo cervical.
Cada año, unos dos millones de personas en Estados Unidos sufren una lesión en la cabeza. Alrededor del 85% se consideran de naturaleza “menor”. Sin embargo, muchas de estas lesiones menores en la cabeza tienen resultados significativos y duraderos. En muchos casos, las lesiones que dan lugar a un traumatismo craneoencefálico pueden ser incruentas, no requerir atención médica y parecer inicialmente no incapacitantes. La investigación microscópica ha demostrado que pueden producirse daños nerviosos irreversibles incluso cuando la cabeza no golpea un objeto, sino que sólo se sacude violentamente como en un incidente de latigazo cervical.
Cada año, más de un millón de personas en Estados Unidos sufren un latigazo cervical. Alrededor del 25 por ciento de ellas sufren trastornos crónicos a largo plazo, aunque algunas publicaciones sugieren que el 43 por ciento de los pacientes sufrirán síntomas a largo plazo. Un estudio informó de que, después de seis meses, el 38% de los pacientes seguía manifestando dolores de cabeza diarios o constantes, dolor de cuello o rigidez de cuello. Los síntomas pueden durar meses o incluso años y, para algunos, pueden durar toda la vida, sin recuperarse nunca del todo. Puede ser especialmente molesto para las mujeres, que no tienen tanta masa muscular en el cuello como los hombres.