La enseñanza del siglo XXI

Recuerdo claramente el primer día que reciclé algo.    Nos habían entregado un cubo de basura en casa, y me encontraba mirando el fondo de un contenedor de plástico para determinar si su destino era el vertedero o un nuevo y emocionante propósito, cuando me di cuenta de que “mis hijos nunca conocerán un mundo sin reciclaje”. El pensamiento me resultó asombroso, y recuerdo ese momento de claridad: el mundo que conocía estaba cambiando. Siento el mismo asombro cuando pienso en la educación actual: a caballo entre el pasado y el futuro, estamos en la cúspide de la transformación.

Nuestro mundo ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas, pero en su mayor parte, nuestros sistemas educativos no han seguido el ritmo del cambio. Muchas de las estructuras actuales de la educación se diseñaron cuando Estados Unidos era la capital mundial de la manufactura, cuando las habilidades de la mano de obra que se valoraban eran tener un conjunto definido de conocimientos y la capacidad de seguir rutinas que eran lógicas y lineales y que conducían a resultados predecibles y repetibles (Pink, 2006). Pero nuestra economía ha pasado rápidamente de la fabricación a los servicios. Hoy en día, casi el 80% de la mano de obra está empleada en el sector de los servicios (Johnston, 2012), y las habilidades que estos trabajadores necesitan son mucho más dinámicas. Los que prosperan en una economía de servicios están bien equipados con habilidades de comunicación eficaces, fuertes habilidades sociales y pensamiento creativo y crítico para responder a situaciones impredecibles.

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¿Cómo pueden las habilidades del siglo XXI preparar a los estudiantes para entrar en la fuerza de trabajo y en la educación superior?

Todos los caminos son un poco diferentes. Puedes encontrarte con roca, piedra, arena, hierba o pavimento. Algunos caminos se entrecruzan, otros se dividen en múltiples direcciones. Algunos caminos son fáciles, otros son difíciles y otros están bloqueados. Esta metáfora de los caminos del bosque representa una de las ideas más fundamentales sobre el liderazgo: El liderazgo es un viaje, no un destino.

Nunca llegamos al destino de ser el mejor líder que podemos ser. Debemos aspirar a ello, pero esta visión está por delante de nosotros mientras nuestro viaje continúa. Este no es un viaje en solitario. Tomamos decisiones sobre el camino de las personas que dirigimos, de nuestras organizaciones y de nosotros mismos. Puede haber decisiones sobre una nueva oportunidad profesional, un nuevo país para trabajar, una nueva organización o una nueva industria.

Cada vez que tomamos estas decisiones, nos ponemos en un nuevo camino. Nuestro viaje de liderazgo y carrera sólo tiene paradas. En un camino, también podemos enfrentarnos repentinamente a una disrupción, como la tecnología, o a un modelo de negocio que altere la industria, que cambie completamente el camino a seguir.

Ensayo sobre los alumnos del siglo XXI

¿Qué le parece un profesor del siglo XXI? Puede que hayas oído esta popular palabra de moda en tu escuela o en las noticias, pero ¿sabes cómo es realmente un educador de hoy en día? Más allá de la obviedad de estar al día en lo último en tecnología, pueden tener las características de un facilitador, un colaborador o incluso un integrador. He aquí otras seis características clave de un educador del siglo XXI.

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Son capaces de adaptarse a cualquier cosa que se les presente. Ser un profesor en el mundo actual significa que hay que adaptarse a las herramientas y los cambios siempre cambiantes que se están implementando en las escuelas. Las pizarras inteligentes están sustituyendo a las pizarras de tiza y las tabletas están sustituyendo a los libros de texto y un profesor del siglo XXI tiene que estar de acuerdo con eso.

Estos educadores no solo esperan que sus alumnos sean un aprendiz permanente, sino que ellos también lo son. Se mantienen al día con las tendencias educativas actuales y la tecnología y saben cómo ajustar sus viejos planes de lecciones de años anteriores para hacerlos más actuales.

Aprendizaje del siglo XXI

El éxito es diferente ahora que en el pasado. Las personas de alto rendimiento suelen optar por salir del mercado laboral tradicional y crear sus propios puestos de trabajo. Las personas con éxito esperan cada vez más poder hacerlo:

Para la gente que no vive así puede sonar descabellado, pero este tipo de estilo de vida está creciendo rápidamente. ¿Qué hace falta para acceder a este tipo de libertad y prosperar con ella? La respuesta es sorprendentemente sencilla, y la mejor forma de resumirla es “una educación del siglo XXI”.

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En el prefacio de la edición revisada de 2011 de su libro “Out of Our Minds”, Sir Ken Robinson observa que “cuanto más complejo se vuelve el mundo, más creativos tenemos que ser para afrontar sus retos”, y esto es cada vez más evidente en la educación y el lugar de trabajo. Las personas necesitan ahora ser creativas para tener éxito, pero aunque la idea de éxito ha cambiado, el sistema educativo no siempre ha ajustado sus métodos u objetivos para alcanzarlo.

La educación del siglo XX hacía hincapié en el cumplimiento y la conformidad por encima de la creatividad, dos habilidades que eran necesarias para desenvolverse bien en un entorno profesional o empresarial y para mantener un buen trabajo durante décadas. El cumplimiento y la conformidad son ahora una reliquia, pero siguen siendo valores clave en muchas escuelas, que informan la política incluso cuando no se promueven expresamente a los estudiantes.

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