Revisión del viaje a ixtlán
El título de este libro está tomado de una alegoría que le cuenta a Castaneda su “benefactor”, que Carlos conoce como don Genaro (Genaro Flores), amigo íntimo de su maestro don Juan Matus. “Ixtlán” resulta ser una metafórica ciudad natal (o “lugar”, “posición de ser”) a la que el “brujo” o guerrero u hombre de conocimiento se ve atraído a regresar, tratando de volver a casa. Tras el trabajo de “parar”, su perspectiva cambiada le deja poco en común con la gente común, que ahora no le parece más sustancial que los “fantasmas”. El punto de la historia es que un hombre de conocimiento, o hechicero, es un ser cambiado, o un Humano más cercano a su verdadero estado de Ser, y por esa razón nunca puede volver verdaderamente a “casa” a su antiguo estilo de vida.
En Viaje a Ixtlán Castaneda esencialmente reevalúa las enseñanzas hasta ese momento. Discute la información que aparentemente faltaba en los dos primeros libros con respecto a la detención del mundo, que anteriormente sólo había considerado como una metáfora.
También descubre que las plantas psicotrópicas, cuyo conocimiento fue una parte importante de su aprendizaje con el chamán yaqui don Juan Matus, no son tan importantes en la visión del mundo como había pensado anteriormente. En la introducción escribe:
Citas de Carlos Castaneda
Carlos Castaneda es un estudiante de antropología que busca información de un brujo indio yaqui llamado Don Juan Matus para investigar las plantas psicotrópicas. El objetivo del autor queda marginado por Don Juan, que evita toda discusión sobre las plantas. En este, el tercer libro de Castaneda sobre las lecciones de un “hombre de conocimiento”, el misterioso pero carismático personaje de Don Juan toma a Castaneda bajo su ala. Desde diciembre de 1960 hasta mayo de 1971, Castaneda se convierte en su reacio aprendiz de brujo. El indio está decidido a mostrar a Castaneda la entrada en una realidad alternativa similar a la que se alcanza a través del peyote.
La introducción aclara la premisa de Viaje a Ixtlán, que Castaneda explica como un camino más concreto y permanente a la experiencia temporal de ingerir plantas psicodélicas como el peyote. Castaneda nos da inmediatamente una idea de la intimidante sabiduría de Don Juan al referirse a su mirada penetrante. En efecto, cada capítulo sucesivo es un paso del aprendizaje de Castaneda. Que Castaneda entienda o no a Don Juan es otra cuestión. El indio yaqui lee la mente de Castaneda en todo momento. Sus demostraciones de poder siempre van seguidas de la reacción pautada del autor de asombro, confusión, falta de comprensión y argumentación racional. Aunque Castaneda tiene miedo de lo que le hace Don Juan, se siente obligado a volver por más, y se desarrolla una auténtica amistad entre los dos. Es evidente que el anciano siente cariño y tiene grandes esperanzas en Castaneda.
En un mundo donde la muerte es el cazador
“Para mí el mundo es raro porque es estupendo, impresionante, misterioso, insondable; mi interés ha sido convencerte de que debes asumir la responsabilidad de estar aquí, en este mundo maravilloso, en este desierto maravilloso, en este tiempo maravilloso. Quiero convencerte de que debes aprender a hacer valer cada acto, ya que vas a estar aquí por poco tiempo, de hecho, demasiado corto para presenciar todas sus maravillas.”
“La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre, que todo va mal y que estás a punto de ser aniquilado, dirígete a tu muerte y pregúntale si eso es así. Tu muerte te dirá que estás equivocado; que nada importa realmente fuera de su contacto. Tu muerte te dirá: “Todavía no te he tocado”.
“No tengo rutinas ni historia personal. Un día descubrí que ya no eran necesarias para mí y, como la bebida, las abandoné. Hay que tener el deseo de dejarlas y luego proceder armoniosamente a cortarlas, poco a poco. Si no tienes una historia personal, no hacen falta explicaciones; nadie se enfada ni se desilusiona con tus actos. Y, sobre todo, nadie te atenaza con sus pensamientos. Es mejor borrar toda la historia personal porque eso nos hace libres de los pensamientos estorbosos de otras personas. Yo, poco a poco, he creado una niebla alrededor de mí y de mi vida. Y ahora nadie sabe a ciencia cierta quién soy o qué hago. Ni siquiera yo. ¿Cómo puedo saber quién soy, si soy todo esto?”.
Don juan guerrero impecable
En Viaje a Ixtlán, Carlos Castaneda introduce a los lectores en este nuevo enfoque por primera vez y explora, tal y como él mismo lo experimenta, su propio viaje final a las enseñanzas de don Juan, compartiendo con nosotros lo que supone “parar el mundo” de verdad y percibir la realidad en sus propios términos.
Atraído originalmente por el líder espiritual de los indios yaquis, don Juan Matus, por su conocimiento de las plantas que alteran la mente, el autor de best-sellers Carlos Castaneda se sumergió por completo en el mundo mágico del brujo. Diez años después de su primer encuentro con el chamán, Castaneda examina sus notas de campo y llega a comprender lo que don Juan sabía desde el principio: que estas plantas no son más que un medio para comprender las realidades alternativas que uno no puede abarcar plenamente por sí mismo.
Nacido en 1925 en Perú, el antropólogo Carlos Castaneda escribió un total de quince libros, de los que se vendieron ocho millones de ejemplares en todo el mundo y se publicaron en diecisiete idiomas diferentes. En sus escritos, Castaneda describe las enseñanzas de don Juan, un brujo y chamán yaqui. Sus obras ayudaron a definir la década de los 60 y a inaugurar el movimiento de la Nueva Era. Incluso después de su muerte, en 1998, sus libros siguen inspirando e influyendo a sus numerosos y devotos seguidores.