Cristóbal Colón | Vídeos educativos para niños
Entre 1492 y 1504, el explorador italiano Cristóbal Colón dirigió cuatro expediciones marítimas transatlánticas españolas de descubrimiento de las Américas. Estos viajes condujeron al conocimiento generalizado del Nuevo Mundo. Este avance inauguró el período conocido como la Era de los Descubrimientos, que vio la colonización de las Américas, un intercambio biológico relacionado y el comercio transatlántico. Estos acontecimientos, cuyos efectos y consecuencias persisten hasta el presente, se citan a menudo como el inicio de la era moderna.
Nacido en la República de Génova, Colón fue un navegante que navegó para la Corona de Castilla (predecesora del moderno Reino de España) en busca de una ruta hacia el oeste para llegar a las Indias, que se creía que eran la fuente de Asia oriental de especias y otros preciados bienes orientales que sólo podían obtenerse a través de arduas rutas por tierra. Colón se inspiró en parte en el explorador italiano del siglo XIII Marco Polo en su ambición de explorar Asia y nunca admitió su fracaso en este sentido, afirmando y señalando incesantemente supuestas pruebas de que había llegado a las Indias Orientales. Desde entonces, tanto las Bahamas como las islas del Caribe se denominan Indias Occidentales.
Cristofor columb
Las Islas Canarias fueron de vital importancia en el viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Además de ser el último puerto de Europa del que zarparon las naves, fueron un punto de avituallamiento en todos los sentidos. La riqueza natural de las islas, la calidad de su agua potable y la amabilidad de sus habitantes hicieron que la expedición permaneciera allí durante varias semanas para reponer fuerzas para el largo viaje que les esperaba.
Llegaron a las islas el 9 de agosto, deteniéndose para hacer una última revisión de sus barcos y reclutar a algunos marineros canarios conocidos por su destreza y conocimiento de las aguas. La expedición de Cristóbal Colón zarpó finalmente el 6 de septiembre, con la esperanza de alcanzar las costas orientales de Asia.
El 12 de octubre de 1492, tras 36 días de travesía, el marino Rodrigo de Triana gritó desde lo alto de La Pinta el tan esperado “¡Tierra a la vista!”. Pero no fue el continente asiático el que pisaron, sino un nuevo mundo. Cristóbal Colón había cambiado el curso de la historia.
La era de las exploraciones – Segmento 2 de 2 – “Los viajes de Colón”
En 1484, Colón comenzó a buscar el apoyo del rey Juan II de Portugal para cruzar el Atlántico, pero se le negó la ayuda. (Algunos teóricos de la conspiración han alegado que Colón hizo un pacto secreto con el monarca, pero no hay pruebas de ello). En 1486, Colón ya estaba en España y pidió el patrocinio de los reyes Fernando e Isabel. Tras al menos dos rechazos, obtuvo por fin el apoyo real en enero de 1492. Esto se consiguió principalmente gracias a las intervenciones del tesorero español, Luis de Santángel, y de los frailes franciscanos de La Rábida, cerca de Huelva, con los que Colón se había alojado en el verano de 1491. Juan Pérez de La Rábida había sido uno de los confesores de la reina y quizá le procuró la crucial audiencia.
En la carta que precede a su diario del primer viaje, el almirante evoca vívidamente sus propias esperanzas y las vincula todas con la conquista del infiel, la victoria de la cristiandad y la ruta hacia el oeste para el descubrimiento y la alianza cristiana:
Así pues, un gran número de intereses estaban implicados en esta aventura, que era, en esencia, el intento de encontrar una ruta a la rica tierra de Catay (China), a la India y a las legendarias islas de oro y especias de Oriente, navegando hacia el oeste por lo que se suponía que era mar abierto. Está claro que el propio Colón esperaba salir de sus humildes orígenes de esta manera, para acumular riquezas para su familia y unirse a las filas de la nobleza de España. De manera similar, pero a un nivel más exaltado, los Reyes Católicos esperaban que tal empresa les hiciera ganar mayor estatus entre las monarquías de Europa, especialmente frente a su principal rival, Portugal. Entonces, en alianza con el papado (en este caso, con el papa Borgia Alejandro VI [1492-1503]), podrían esperar tomar la delantera en la guerra cristiana contra el infiel.
Construcción de maquetas de barcos – Santa Maria – Barco Carrack
desgraciadamente cedió a las exigencias de los codiciosos colonos y les permitió establecer plantaciones feudales al estilo europeo, llamadas “mayorazgos”, que sentaron un precedente para generaciones de maltrato a las poblaciones nativas.
“La tempestad se levantó y me fatigó de tal manera que no sabía hacia dónde dirigirme, mi vieja herida se abrió, y durante 9 días estuve perdido sin esperanza de vida; los ojos nunca contemplaron el mar tan furioso y cubierto de espuma…”
“El viento no sólo impedía nuestro avance, sino que no ofrecía la oportunidad de correr detrás de ningún cabo para refugiarse; por lo tanto, nos vimos obligados a mantenernos a la intemperie en este sangriento océano, que hervía como una olla en un fuego caliente. La gente estaba tan agotada que anhelaba la muerte”.
“… la cual si no se hubiera disuelto recitando el Evangelio según San Juan, habría anegado todo lo que golpeaba… pues arrastra el agua hasta las nubes en una columna más gruesa que un colector de agua, retorciéndola como un torbellino”.
Vuélvete a Él y reconoce tus faltas; Su misericordia es infinita; tu vejez no te impedirá realizar obras poderosas… Todo lo que promete lo cumple con interés; esa es su manera”.