MPB4 – Por Quem Merece Amor ( Por Quien
14ymedio, La Habana, 26 de diciembre de 2021 – El cantautor Silvio Rodríguez reconoció este año, por primera vez, que Cuba “podría ser” una dictadura. No lo hizo en su blog, Segunda Cita -donde da cabida a diferentes pero monótonas voces, todas progubernamentales-, sino en una revista chilena, Culto, en una entrevista que luego reprodujo el medio oficialista Cubadebate.
En ella también dijo que hay “sectores ortodoxos del Gobierno cubano que han obstaculizado los cambios”, aunque eximió al presidente designado, Miguel Díaz-Canel, de formar parte de esto, diciendo que entiende la “necesidad de romper cierta inercia” y que por eso aprobó ciertas leyes.
Al mismo tiempo, y en un discurso habitual, señaló a Estados Unidos como el origen de los males de la isla: “Llevan más de 60 años asfixiando a Cuba, atacándola, calumniándola, y cuando se defiende es una dictadura. Puede serlo. Que la hayan forzado a serlo hasta cierto punto. ¿Quién la ha forzado? La mayor dictadura del planeta: la del egoísmo, la del dinero, la que no cree en el amor sino en la usura”.
Silvio Rodríguez – Playa Girón
En este nombre español, el primer apellido o apellido paterno es Rodríguez y el segundo apellido o apellido materno es Domínguez.Este artículo puede ser ampliado con texto traducido del artículo correspondiente en español. (Julio 2021) Haga clic en [mostrar] para obtener instrucciones importantes de traducción.
Rodríguez, musical y políticamente, es un símbolo del izquierdismo latinoamericano. Sus letras son notablemente introspectivas, mientras que sus canciones combinan romanticismo, erotismo, existencialismo, política revolucionaria e idealismo. Como humanista, sus canciones a menudo denotan una visión secular del mundo, en la que la humanidad debe sacar lo mejor de este mundo.
Rodríguez tenía sólo dos años cuando empezó a cantar para los amigos de su padre. Unos años más tarde, participó en el concurso musical Buscando una estrella, organizado por la desaparecida emisora cubana CMQ. Pocos días después fue invitado a participar en un concurso musical para niños convocado por la misma emisora, esta vez dirigido por el conocido locutor Germán Pinelli. Esta vez ganó el primer lugar por cantar el bolero Viajera[3].
2021 | villa la reserva del alcuzcuz | benahavis
Silvio Rodríguez Domínguez es el artista que fue elegido en Cuba, junto a Ernesto Lecuona, como el mejor compositor cubano del siglo XX y, con Joan Manuel Serrat, como el mejor compositor latinoamericano de la segunda mitad del siglo.
Este intérprete, a finales de los 70, tenía tres discos: “Días y flores”, de 1975; “Al final de este viaje, la vida”, de 1978; y “Mujeres”, de 1979. Pero a partir de los años 80 este número incluso aumenta considerablemente.
La mezcla de varios géneros en la “nueva trova” era cada vez más habitual. Unir la rumba, el son, el guaguancó con el jazz latino, el blues o la música clásica, no era una rareza. Además, los temas de las canciones y las metáforas alcanzaron altos niveles de complejidad. Muchos críticos afirman que el rechazo de un sector del público a estas obras se debe a la cultura que hay que poseer para entenderlas.
“Unicornio”, 1982, incluye la “Canción urgente para Nicaragua”, en honor a la Revolución Sandinista. En 1984, lanza el “Tríptico” en colaboración con Anabell López, Pancho Amat, Frank Fernández, el Grupo Manguaré y Pablo Milanés. En 1986, España graba en el doble álbum “Causas y azares”. En 1988, ya está disponible para el público otro álbum doble “Oh, melancolía”.
Silvio Rodriguez en el Paramount Theatre (12 de junio de 2010)
El diario 2021 de Silvio Rodríguez se ha dividido entre su pasado artístico y el presente de Cuba. Por un lado, ha publicado un sólido disco que rescata canciones que grabó en México en 1991. Por otro, ha observado las inéditas protestas callejeras contra el gobierno de la isla. En esta entrevista profundiza en ambos temas.
El 1 de octubre, el cantautor publicó su más reciente trabajo, ‘Silvio Rodríguez con Diákara’, que recupera numerosas canciones grabadas en un par de mañanas de 1991 en México, con el supergrupo Diákara, formado por algunos de los mejores instrumentistas de Cuba. Era su propio disco perdido, una especie de cápsula del tiempo que guardó durante décadas, remodelada para la actualidad con algunos retazos de tecnología y nuevos instrumentos.
“Por supuesto, entre una cosa y otra grabé otros discos, hice giras, bueno, viví una vida. A veces pasaban los años y me olvidaba de que tenía esas grabaciones. Pero cuando las encontraba de nuevo, volvían las ganas de mostrarlas. Por fin he podido terminarlas, 30 años después (aproveché la pandemia para liquidar varios trabajos pendientes)”, añade el artista, en una entrevista [con Culto de La Tercera, diario de Chile] desde La Habana.